Alcira Mariam Alizade

La noticia de la ausencia definitiva de Alcira Mariam Alizade, nos dejó sin palabras. Los recuerdos se atropellaron ante la sorpresa de su muerte y se nos desbordó el dolor en un silencio, que no impidió que quienes alguna vez gozamos de su cercanía, nos uniéramos en múltiples mensajes para compartir la pena, tal vez con la intención de obtener algún consuelo.

Percibir la gracia natural de los movimientos con que acompañaba su oratoria, la espontaneidad con que nos regalaba su alegría y la seriedad con que abordaba confidencias y sinsabores de sus colegas y amigos era un continuo natural en ella. Su acogedora discreción no evitaba el diálogo directo de situaciones institucionales, profesionales o personales.

Realizó entregas generosas en la docencia y en la formación de analistas. Desde su versatilidad cultural enriquecía cualquier tema psicoanalítico que abordara. Siendo muy prolífera en su producción desde la feminidad, abarcando el cuerpo femenino, la pareja y la mujer sola, además incursionó en situaciones de violencia familiar e incesto. También abordó la masculinidad y desarrollos psicoanalíticos sobre la felicidad, destacando lo positivo en los tratamientos y en la vida misma, sin evitar un proceso de la de finitud en” clínica con la muerte”. Además desplegó su talento en la narrativa literaria, abriendo su propia editorial.

La inclusión del concepto de género en el cuerpo de la teoría psicoanalítica merecía fértiles debates, controversias y hasta polémicas, en un esfuerzo de re-teorización. Concepto de encrucijada de múltiples disciplinas encontró en ella, una facilitadora de encuentros, cuyas publicaciones reflejan la tensión conceptual y la libertad de pensamiento que caracterizaban las ponencias sobre: Varones, mujeres, masculino ,femenino, maternidades, sexualidades, deconstrucciones, subjetividades…..

Su capacidad de liderazgo permitió la creación de COWAP abriendo un espacio fecundo y vigente, que se sostiene con la fuerza progresiva de mujeres y hombres psicoanalistas, decididos a investigar y trabajar sobre los temas que les competen.

Solicitada desde IPA o FEPAL siempre fue una colaboradora atenta y creativa. Ejerció una esmerada función en la secretaría científica cuando fuimos Sede FEPAL 2008.

Participativa, con una trasmisión vital y comprometida nos legó sus libros como “presencia de su ausencia”.

Se fue una amiga muy especial.

 

JULIA LAUZÓN

 

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